Fotografía de Víctor Carrillo
Ya no tomamos café con la misma frecuencia.
Quizás no he dejado de buscar nuevas costumbres, ritos.
Se trata de deshacer la cama y ser capaz de meterse dentro.
Aplacar los nervios de alguna forma. Quedamos
en que ya no íbamos a jugar con la distancia.
Que ya no iba a coger yo tantos trenes.
Que el café con leche es para los débiles.
Que un solo con hielo (sin azúcar) es la señal clave
para pedir auxilio y que vengas a recogerme.