30/5/10

Poema doméstico I

Fotografía de Víctor Carrillo

Debería ahorrar. Debería dar menos pereza barrer
y poner la lavadora, sacar la basura, lavarme el pelo,
limpiar los zapatos, ponerme una capa nueva de pintauñas.
No hace tanto calor/ Hace ya bastante tiempo que.
Y sin embargo sigue vacío ese hueco entre la nevera y el congelador
y ni siquiera crecen las pelusas y cuando es jueves
ya no es momento de cervezas o hago que lo sea
pero con bajas dosis de alcohol y no es lo mismo:
fumo más y más rápido y con más ansiedad;
los mismos niveles de cafeína; la misma tristeza de los viernes;
esta ciudad, las aceras. Con extraños no es igual.
Pensé que a lo mejor sí. Hace ya bastante tiempo que/
No hace tanto calor.
Y debería dar menos pereza sacar la basura, ducharme,
cortarme el pelo, cambiar las sábanas, quedar para un café.

El hueco entre la nevera y el congelador.
Y pienso que debería dejar vacío mi estómago durante meses
para que quepa algo, alguien, algo, yo.

23/5/10

Ahora, que hace tan bueno

Tendría que haber paseado más contigo por la ciudad-
pienso ahora, que hace tan bueno.
Tendría que haber paseado más contigo por la ciudad.
Tendría que haber paseado contigo por la ciudad simplemente,
ahora, que hace tan bueno
y que Madrid es preciosa con sol y llega junio
y las aceras nos acarician las piernas.
Y ya no compartimos aceras ni piernas ni climatología
y mi ciudad ha dejado de ser mi ciudad porque era tuya antes
y no era lícito tanto despecho.
Ahora, que hace tan bueno,
echo de menos el balcón de mi casa
y las noches de baldosas y farolas.
Echo de menos una casa que sea casa, con todo incluido,
con cocina, baño, un salón, una tostadora,
espacio.
No me vale una habitación sola para echarte de menos.
Tengo que llenar todas las estancias de mi casa.
Ahora, que hace tan bueno.
Ahora que hace bueno y no paseo contigo,
como no he paseado nunca,
por esta ciudad de aceras que nos acarician las piernas.


Fotografía de Víctor Carrillo

17/5/10

Imposibilidades

Él: -Pues sí.
Ella: -¿Pues sí, qué?
Él: -¡Yo dije pues sí!
Ella: -¿Pero "pues sí" qué?
Él: -Mejor cambiemos de conversación porque tú no me entiendes.
Ella: -¿Entender qué?
Él: -¡Virgen Santa! ¡Macabea, vamos a acambiar de tema ahora mismo!
Ella: -¿Y de qué hablamos?
Él: -De ti, por ejemplo.
Ella: -¡¿De mí?!
Él: -¿Por qué tanto susto? ¿Tú no eres gente? La gente habla de la gente.
Ella: -Disculpa, pero no me parece que sea yo muy gente.
Él: -¡Pero si todo el mundo es gente, Dios mío!
Ella: -Yo no me he habituado.
Él: -¿No te has habituado a qué?
Ella: -Ah, no sé explicarme.
Él: -¿Entonces?
Ella: -¿Entonces qué?
Él: -Oye, me largo, porque tú eres imposible.
Ella: -Es que sólo sé ser imposible, no sé otra cosa. ¿Qué puedo hacer para ser posible?
Él: -Deja de hablar que sólo dices estupideces.
Clarice Lispector. La pasión según G.H. (1964)
Fotografía de Víctor Carrillo.

A veces, por más que lo intentemos, es imposible entenderse. También ser posible.

15/5/10

Carta de presentación

Soy una chica propensa a las adicciones.


El nestea. El café. El olor del suavizante. La ducha. La costumbre 
de no perdonarme a mí misma. No dormir. El café. Ser la mejor. 
Todo, ya, ahora. Por si acaso. Córdoba. Cosmopoetizarse.
Los sábados por la mañana. El café. El café. No dormir. El café.
La cerveza. Madrid con sol. Las camisetas de tirante. La nostalgia. 
Praga. Lisboa. Málaga. Pintauñas morado. Encerrarse 
en la cocina para preparar algo dulce. El sofá de mi casa. Mamá. 
A veces pasa. Almudena Grandes. Isabel Coixet. Javier Ocaña. 
Las afueras. El café. El café. No dormir.
El café. La cerveza. El chocolate. Los ojos. Lisboa.
El mar. Perderse. El café. El café. No dormir. El café.
Todo, ahora, ya, sí. Yo puedo. La cerveza. La cerveza.
No acordarse de nada. La cerveza. El café. Mi cama. Mis gafas.
Un bolso grande. Lápiz de ojos verde. Los rizos. Los mosquitos.
Irá bien. Hoy. El color morado. El gris. Sorpréndeme.
Pasa. Me pasa a mí. A peor. Los nervios. Atocha.
El café. El café. No dormir. El café. La cerveza. La cerveza.
El café. No dormir. El café.


La palabra POESÍA (letra Times New Roman 14)
se queda atrapada entre mis cuerdas vocales.
Me atraganto. Y me encanta.
También el café.