Fotografía de Víctor Carrillo
Comencemos por hablar claro y ser honestos.
Aún podemos hacer cualquier cosa,
aunque resulte deplorable para el resto del mundo.
Podemos hacer cualquier cosa que no nos haga odiarnos.
No importan los propósitos. No importa el año nuevo.
Hablemos claro. Seamos honestos.
Casi todo tiene un nombre.
Lo impredecible es que nos traicionen los espejos
cuando aún no nos odiamos lo suficiente.
Hay espejos en los que no llegaremos a reflejarnos nunca.